Un nuevo nombre de reina aparece en las crónicas en el reinado de Fruela I. Se trata de Munnia o Munina, a la que estos relatos califican de joven cautiva en la campaña que el rey astur emprendió contra los vascones, y a la que Fruela hizo su esposa. Fue la madre del futuro rey Alfonso II. El matrimonio de Fruela con la vascona Munnia fue, sin duda, otra unión política. Ignoramos sus orígenes familiares, pero hay que suponer que debía ser hija de algún jefe local vascón. Cuando la Crónica de Alfonso III, en la versión denominada Rotense, dice que Fruela «tomó de entre ellos [los vascones] a su esposa, de nombre Munina, de la que engendró a su hijo Alfonso», está dejando entrever que con esa unión Fruela selló un estrecha alianza entre vascones y astures, por medio de los vínculos personales establecidos entre el linaje de Fruela y el de Munnia, que se trasmitió a su descendencia.
Como habíamos adelantado en otras entradas las mujeres jóvenes de las familias regias desempeñaban un papel trascendental en la política de esa época, pues ellas eran un activo fundamental de las monarquías para con sus matrimonios reforzar las relaciones con otras familias reales y mantener la política exterior. La casi totalidad de las reinas de este periodo del reino de Asturias se casaron en garantía de acuerdos políticos, de ahí su extraordinaria importancia. Galicia, Castilla y Navarra fueron fundamentalmente las tierras de origen de las esposas de los reyes asturianos, elementos claves en esa política de alianzas entre miembros de la nobleza y territorios bajo su control, siempre muy complicada.
Tal como decíamos más arriba, Munnia fue la madre de Alfonso II, que reinó durante cincuenta y un años, siendo uno de los reyes más conocidos actualmente. Durante su reinado se descubrió en Compostela la supuesta tumba del Apóstol Santiago, convirtiendo ese lugar en uno de los principales centros de peregrinación. Precisamente Alfonso II fue considerado el primer peregrino, dando lugar al conocido como “camino primitivo”, que parte desde Oviedo y recorre numerosos territorios de la zona centro y suroccidental de Asturias, atrayendo cada vez a más peregrinos, aumentado actualmente el turismo de este tipo en estas zonas de Asturias, para beneficio de los negocios de estas zonas ligados al turismo y el disfrute de los peregrinos, que pueden conocer paisajes increíbles de Asturias, menos conocidos que los circuitos turísticos habituales de nuestra región.
Por otro lado, de entre los restos de su legado que podamos observar hoy en día, podemos citar la iglesia de San Tirso, situada en la Plaza de la Catedral en Oviedo, y San Julián de los Prados, o Santullano, el más antiguo y mayor edificio del prerrománicos asturiano, situado a orillas del actual acceso a Oviedo por la autopista "Y".
Por todo esto, podemos valorar la importancia que tuvo la reina Munnia en el posterior desarrollo de algunos de los activos más valiosos que tenemos actualmente en Asturias.