¿Qué nos aportan los arbeyos?

Posiblemente, una de las “verduras” más consumidas, y apreciadas, por su calidad y versatilidad para diferentes recetas. Primer error habitual, no es una verdura, es una legumbre.

Verdes, redondos, pequeños. Eso lo conocemos todos. Quizás, los menos conocedores, saben la forma en que se desarrollan los arbeyos, protegidos en unas vainas (también de color verde) como las que vemos a continuación en las imágenes.

 

Decimos esto porque su comercialización así en fresco es menos abundante, quizá por el engorro por tener que “desenvainar” los arbeyos. Lo queremos rápido y para comer ya, y solemos comprar ya el fruto suelto.

En cuanto a sus beneficios, son considerados un alimento rico en proteínas (por lo que ayudan a mantener los tejidos corporales en buen estado), hidratos de carbono, y minerales. Además, presentan un bajo contenido en lípidos y no contienen colesterol. Como todo lo que sale de la huerta, sano y con aporte energético. Lo que necesitamos hoy en día.

Tienen alto contenido de magnesio, necesario para la síntesis de proteínas. Esto los convierte en un alimento imprescindible para niños y adolescentes en época de crecimiento, así como o para las personas mayores que necesitan activar la renovación celular.

Mucha vitamina C y vitaminas B (B2, B3 o B9), que protegen el sistema nervioso y también aportan mucho contenido de minerales: calcio, el hierro y el fósforo, que juegan un papel importante en la prevención de la anemia y el fortalecimiento de los huesos.

Esto a continuación quizá sea lo más llamativo.

Tienen propiedades “hipercolesterolímicas”, lo que quiere decir que ayudan a reducir el colesterol “malo”. Y un dato importante, impiden la formación de placas en las arterias responsables de la aterosclerosis o mala circulación. Por tanto, su consumo ayuda a prevenir enfermedades cardiacas y cardiovasculares.

Ayudan a controlar los niveles de azúcar en sangre gracias a su capacidad de verter glucosa gradualmente en el torrente sanguíneo, por lo que son un alimento muy apropiado para personas con diabetes.

En cuanto a su producción, la mejor época para consumirlos frescos en España, por el clima, es entre Diciembre y Abril, pero es en estos meses de Febrero y Marzo cuándo están en su mejor momento. Aprovechemoslo!.

Cuándo vayas a comprarlos, fíjate en el color y la textura. Para garantizar su frescura, en la vaina fíjate que tenga ese color verde “intenso” y que esté turgente, mientras que para el fruto que lo veas “gordito” es buena señal.


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