¿La cebolleta es cebolla?

La cebolleta no es lo mismo que la cebolla tierna. Son de sabor y aroma parecidos, pero la cebolleta no forma bulbos, como sí hace la cebolla. Además, es más pequeña en tamaño.

Aunque se parezcan, tampoco son “calçots”. En algunos sitios venden estos como cebolleta, así que estate atento.

Se parece más al cebollino, pero se diferencian en el bulbo, más grande el de la cebolleta.

Habitualmente, se tiende a pensar que la cebolleta es la recolección temprana de la cebolla, que si se la deja madurar se convertirá en cebolla. No es así, ya que son una especia distinta dentro de la misma familia.

A esta misma familia pertenecen el ajo, la cebolla, el puerro, la chalota y el cebollín.

Por otro lado, la cebolla tierna es la misma que la que habitualmente se conoce como “Cebolla Seca”. También se conoce como cebolla de verdeo, cebolla fresca o verde. Se recoge en la fase de desarrollo y tiene un sabor más suave, más dulce, menos picante que el de la cebolla seca.

La cebolleta que conocemos es el tallo, aún tierno, de la cebolla común cuándo todavía está seca, mientras que la cebolla tierna también tiene los tallos verdes pero con el bulbo característico que posteriormente da forma a las cebollas.

En todo caso, hay mucha variedad de cebollas, seguro ya conocéis algunas variedades, que incluso que pueden llegar a ser de color blanco, amarillo o morado. 

En cuanto a su composición, la cebolleta es una excelente fuente de nutrientes esenciales: vitamina K, vitamina C, folato, betacarotenos, compuestos de azufre, fibra, varios minerales y agua.

Consumirla de forma habitual no solo va a aportar sabor a los alimentos que utilicemos en cocina, sino que también nos puede ayudar a alcanzar la dosis diaria de muchos nutrientes, sin elevar significativamente el número de calorías que ingerimos.

Al igual que otros vegetales,  tiene poco contenido de calorías, pero rico en agua y en fibra. Por lo tanto, ideal para incluir en dietas para perder peso.

Contienen grandes cantidades de vitamina K, que es básica para la coagulación de la sangre. La deficiencia de vitamina K puede hacer que una persona sufra de hematomas, sangrado fácil (generalmente de las encías o la nariz), hemorragias u otros trastornos derivados.

El consumo de una ración estándar puede cumplir, o exceder, nuestro requerimiento diario de esta vitamina.

También tiene dosis significativas de vitamina C, un antioxidante natural que combate el estrés oxidativo, mejora la función inmune y ayuda a prevenir infecciones.

Además de esto, hay evidencia científica de que su consumo ayuda a disminuir significativamente varios factores de riesgo cardiovascular, como los niveles elevados de colesterol LDL, triglicéridos y presión arterial.

Normalmente, las compraréis en manojos de 3 unidades. Para la compra, fíjate en los colores intensos que debe tener, el verde del tallo y el blanco brillante del bulbo.

Para su consumo, recorta las raíces y despega 1 o 2 capas de las hojas exteriores hasta que encuentres el tallo blanco central. Lava toda la cebolleta con agua fría y córtala de la manera que desees; por lo general se corta en forma de anillos, pero hazlo a tu gusto.

Dada su frescura, para conservarlas es mejor hacerlo en el frigorífico.

Habitualmente se come el tallo y las hojas más jóvenes, y se tira la parte alta del tallo, de color verde. Un error. Es un producto del que se puede aprovechar todo.

Esta parte alta del tallo, de color verde como decíamos, se puede utilizar como acompañamiento para sofritos, cocidos o salsas. Tiene mucha potencia, os sorprenderá. Así le damos una segunda vida a un producto que estaba destinado a irse a la basura.

Como todo lo que viene de la huerta, sano, sabroso y muy versátil.


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