¿Qué es la biodiversidad?
Redactado por Marcos Miñarro, investigador del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario de Asturias (SERIDA)
La biodiversidad es la variedad de formas de vida. Incluye, por tanto, las distintas especies de organismos de todo tipo (plantas, animales, bacterias…). Pero también incluye las variaciones genéticas de estas especies: dos variedades de tomate distintas es biodiversidad, la vaca roxa y la casina, también.
La biodiversidad es importante para la agricultura
La biodiversidad es útil porque brinda servicios ecosistémicos vitales para los cultivos, como la polinización o el control biológico de las plagas. Los insectos polinizadores son imprescindibles para muchos de nuestros cultivos: sin ellos no dispondríamos de la mayor parte de las frutas que consumimos habitualmente. Las flores de árboles como manzanos, cerezos, perales, kiwis, o ciruelos, o de las plantas de tomate, sandía o calabacín, por poner unos pocos ejemplos, no se transformarían en frutos si los insectos polinizadores no trasladasen el polen necesario para la fecundación. Hay que recordar que, aparte de la abeja de la miel, hay multitud de insectos (abejas silvestres, abejorros, moscas, mariposas…) polinizando nuestros cultivos; se han descrito más de 100 especies visitando las flores de nuestros manzanos de sidra, sin las cuáles, por cierto, no podríamos disfrutar de tan preciado caldo.
Numerosos invertebrados (mariquitas, tijeretas, arañas…) y muchas aves (carboneros, herrerillos, raitanes o lechuzas) son depredadores muy eficientes de las plagas agrícolas y, gracias a ellos, los agricultores pueden mantener a raya esas dañinas plagas sin depender de los pesticidas químicos.
Por otro lado, lombrices, escarabajos, microorganismos… son indispensables para reciclar los nutrientes, para transformar la materia orgánica (restos de cultivos o estiércol) en nutrientes disponibles para las plantas. Es la manera natural de mantener los suelos fértiles.
Cada vez son más las evidencias científicas que demuestran que cuanto más abundantes y ricas en especies sean las comunidades de estos organismos beneficiosos, es decir, cuanto mayor sea su biodiversidad, mayor es el servicio que dan al agricultor polinizando sus cultivos, controlando las plagas o mejorando los suelos.
La biodiversidad de los cultivos se puede manejar
Son numerosas las medidas que un agricultor puede adoptar para incrementar y beneficiarse de la biodiversidad en los cultivos. Hay medidas encaminadas a aumentar la disponibilidad de alimento que proveen las flores en forma de néctar y polen y que utilizan muchos insectos beneficiosos (polinizadores o enemigos de las plagas) como fuente de energía o para el desarrollo de sus crías. Por ello, se recomienda favorecer las floraciones de plantas autóctonas en los cultivos y sus alrededores o cuidar y mantener les sebes (setos multiespecíficos que rodean los campos). Y es que la biodiversidad de las plantas silvestres también es muy útil e importante en la medida en que sus flores y frutos alimentan a muchos animales beneficiosos.
Otra serie de medidas se orienta a proporcionar a polinizadores y controladores de plagas estructuras para refugiarse o instalar sus nidos dentro de las granjas: hoteles para abejas silvestres, pequeñas cajas nido para pájaros depredadores de insectos, o grandes para lechuzas, cárabos o mochuelos, rapaces capaces de reducir plagas de topillos.
Resulta evidente que todas estas medidas deben ir de la mano de una reducción del uso de pesticidas en el cultivo, cuya toxicidad resulta negativa no sólo para las plagas sino también para toda esa fauna beneficiosa.
Estas medidas para promover la biodiversidad no sólo redundarán en un mejor control de plagas y una mejor polinización en los cultivos, sino que también contribuirán a frenar a escala local el fenómeno global de pérdida de biodiversidad. Todos, unos pocos como agricultores, pero todos en nuestras elecciones como consumidores, podemos ayudar a mejorar la biodiversidad.