La Luna se sienta en mi mesa

Parece lejano a la realidad, ciencia ficción, en Galicia “cosa de meigas”, pero el ciclo lunar tiene relación con la maduración de los productos de la huerta. 💣

Si hay Luna, todo marcha bien, el agricultor está contento 😃 y cliente come sano. Si hay más frio o menos luz, agricultor triste 😟 y cliente sin producto.

Desde hace mucho, los agricultores han observado que las fases de la luna influyen en la producción de los cultivos, estimulando la rápida germinación o retrasándola. Esto se puede observar con más claridad en la agricultura ecológica, donde no se utiliza ningún estimulante químico y el crecimiento es el más parecido al que conocimos de niños, cuándo todo era más “natural”.

En aquella época, sin tanto aditivo en la producción agrícola, más tradicional, nos enseñaron lo que eran los auténticos productos del campo, por eso ahora añoramos, entre otras cosas, “el tomate que sabe y huele a tomate”.

Recuperemos las tradiciones y recuperaremos los productos ricos, naturales y sanos.

La influencia de las fases de la Luna en la productividad y en la calidad de los cultivos se manifiesta a través el ascenso o descenso de la savia de la planta. Al parecer, la luz proveniente de la Luna, según la intensidad propia de cada fase lunar, interviene en la germinación y crecimiento de las plantas, debido a que los rayos lunares tienen la capacidad de penetrar a través del suelo.

A modo de resumen, y sin pretender ser muy pesados, os dejamos un cuadro resumen de la influencia de cada fase lunar en las plantas:

Siempre queremos mejorar.

En este caso, mejorar puede ser adaptar la mejor solución en cada momento.

En este caso, si queremos comer mejor, la estrategia más útil es cuidar y valorar las tradiciones en la producción que permitían una alimentación más natural y sana.

Viva el campo asturiano!


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