¿Por qué Patata Ecológica?

Hoy en día casi nadie se plantea una alimentación/dieta que no incluya Patata. Desde 12 Reinas apostamos claramente por distribuir sólo Patata Ecológica, y queremos comentaros por qué motivo.

La patata forma parte de los siete productos básicos que se recomiendan consumir en su variedad ecológica.

Más allá de las modas, en el caso de las patatas, estamos hablando de unos de los productos en los que la agricultura tradicional utiliza más plaguicidas. El problema de estos plaguicidas es que alguno de ellos no se elimina con el simple hecho de lavar la patata.

Para su cultivo, una de las mayores dificultades con las que se encuentra el agricultor de patata ecológica es la eliminación de las malas hierbas.

Habitualmente, en la agricultura tradicional estas malas hierbas se combaten a través de herbicidas. El uso de estos herbicidas es barato y efectivo, pero puede dejar restos en el producto final, es decir, en la patata que consumimos en casa.

En cambio, para el cultivo de patatas ecológicas se utilizan métodos alternativos para evitar usar estos herbicidas. Son más complicados y, por tanto, más caros y, en líneas generales consisten en la retirada (manual o con máquinas) de las malas hierbas y en la realización de falsas siembras. Con las falsas siembras se prepara el terreno como para sembrar, se espera a que broten las primeras hierbas, se vuelve a arar para eliminarlas y solo entonces se procede a la siembra definitiva de las patatas ecológicas.

Como veis, más tiempo y recursos para su cultivo.

Otra dificultad añadida para el cultivo de patata ecológica es la necesidad de preparación previa del terreno durante varias temporadas. Esto significa que hay que dejar que el terreno se limpie de todos los restos de productos químicos que se hayan podido utilizar con anterioridad. Hablamos de un espacio de tiempo de 3 años, aproximadamente.

Con todo esto, imaginad que para tener patata ecológica en casa necesitamos estos 3 años para que la tierra “fabrique” patata ecológica, y el uso de productos y métodos más laboriosos y caros para su cultivo. Obviamente, es una patata más cara pero, claramente, más sana, evitando el riesgo de consumir, involuntariamente, sustancias nocivas para el cuerpo humano.

Pese a esto, somos firmes defensores de que una alimentación más sana es posible, y es la que habitualmente os servimos en vuestros domicilios.

 


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